sábado, 26 de diciembre de 2015

Capital.


No es normal pensar que hacer el amor sea pecado.

No normal pensar que sea ilícito el amor entre dos personas del mismo sexo.
No es normal que gente mate por dinero, ni que el dinero de la felicidad.
No es normal que el Vaticano posea el segundo tesoro en oro más grande del mundo, mientras millones de personas se mueran cada día a falta de comida.
No es normal ofrecer el gobierno a los mismos cretinos después de 4 años de dejadez y destrucción.
No es normal que dos personas se miren y no se vean.
No es normal que dos personas se quieran y no se lo digan.


Dios, Dios nos hizo con dos piernas y dos brazos.
Nos hizo con la capacidad de respirar, de chillar, de tocar y de arder.
Nos hizo con la capacidad de entender, de amar y demostrar.
Amar es querer sin porqués, es querer hoy sin pensar en el mañana, pero con tanta fuerza que inundes todo el futuro.
Amar es crear un hogar en su espalda.
Amar es huir con la certeza que habrán unos brazos esperándote a la vuelta. Amar es fusión, de tu cuerpo contra el mío. Es bailar siendo uno, nada más. Es sincronizar respiraciones, suspirar tu nombre.
Si eso es pecado, aceptaré la penitencia, por que soy pecadora. Porque el único Dios en el que creo es el
AMOR.

martes, 22 de diciembre de 2015

Por favor.

No te vayas , por favor, no lo hagas.
No te vayas sin volver la vista atrás,
gírate y mirarme de reojo, por que yo también lo haré,
como si fuese la primera vez que te viese,
con las mismas ganas,
con el mismo amor.

No te vayas, por favor, no lo hagas.
Mírame tu también, por favor,
 mírame,
como si pudieras hacerme el amor sin tocarme,
como si pudieras amarme sin porqués.

No te vayas, por favor, no lo hagas.
No me dejes perdida,en medio de la ciudad de las
almas sin rumbo.
preguntándome por qué cuanto más me esfuerzo en olvidarte,
más te recuerdo.

No te vayas, por favor, no lo hagas.
Girate,
 mírame, 
acércate,
y bésame como nunca,
como siempre.

Quédate aquí, conmigo,
mano a mano,
cuerpo a cuerpo.
Follando a pelo toda la poesía
que nos invada el invierno
aunque perdamos después el amor



de tanto hacerlo. 


jueves, 22 de octubre de 2015

Cuando gritas sin voz.

Escribo y borro y pienso
y escribo y borro
y borro y borro
y vuelvo a escribir.
Y es que me cuesta encontrar la inspiración en esta nube gris, que sin embargo clarea a la luz de la Luna.
Me cuesta encontrarle el sentido a esta mierda de mundo.
Me cuesta
y me cuesta
 y más por la noche,
cuando la mente aprieta.
Me cuesta entender como cuatro décadas después de la muerte de Franco, seguimos permitiendo que los que están ahí arriba nos muevan a su antojo, siendo nosotros los protagonistas de un espectáculo de marionetas.
¿Democracia?
¿Eso que es?
¿Se come?
Me he dado cuenta que cada vez me quejo más y me quejo, me quejo mucho y fuerte.
Me cuesta entender, como nosotros, modernos a más no poder, alimentamos a base de bien y tan bien a una panda de desgraciados, que por la gracia de “Dios” viven entre algodones.
 Si, hablo de la Casa de Su Majestad el Rey de España y de todos los retrasados que los acompañan.
Pero EH, que la culpa es nuestra, por permitir que en pleno siglo XXI sigan ahí, viviendo, en sus palacetes, rascándoselos a dos manos.
Pa'rriba y pa'bajo,
pa' derecha e izquierda.
Dale que dale y así
toldia.
Que trabajar,
trabajar es levantarse cada mañana, por que tienes algo por lo que luchar, por que tienes algo que defender. Trabajar es ir y demostrar que tu sueldo, lo mereces, que no te lo regalan.
Que para eso, ya están otros.

 Por todos los que están y que se fueron
por todos los que están y que pelean.
Que a la tercera, va la
vencida,

lunes, 12 de octubre de 2015

...

 Prometo
 que no me iré de aquí
 hasta que no tenga
 el cuerpo repleto de
 cicatrices.
Que no me engañan
con los;
 mejor prevenir que curar.
 Que tu y yo sabemos
 que por quedarnos a las puertas
nos ahorramos muchas heridas
pero fuimos menos
humanos.
Por eso brindo por todas esas batallas
 vencidas,
pero  sobretodo lo hago en las únicas
que vale la pena cantar victoria,
 las  perdidas,
las únicas que me hacen,
 invencible.

domingo, 20 de septiembre de 2015

¿Lo hacemos?



Nunca se me dieron bien los principios y menos los finales felices, siempre fuí de vivir a todo gas y con el depósito de gasolina a las últimas.
Cierto es, tengo complejo de funambulista ambiciosa, andar por la cuerda floja para mi es sinónimo de vida.
En mi lista de palabras no existe el término pasado y mucho menos el futuro, en cambio presente esta recalcada en negrita, en cursiva y subrayada en fosforito.
No sé vivir en el ayer, ni tampoco el vivir para mañana, no me han enseñado o yo no he dejado que lo hicieran. El motor que me roba el aire y me conduce es el hoy, con sus horas, sus minutos y sus instantes. Nunca me he parado a pensar el porqué de este existir, pero es fácil y conciso, le tengo miedo al tiempo, le tengo miedo a la muerte. Que morirme ya lo haré algún día, pero no hay nada peor que irme muriendo antes de morirme del todo.
Odio la gente que es incapaz de saborear los minutos que proporciona la vida, planeando cada momento de su existencia, sin darse cuenta que el día de mañana no es palpable y que los infinitos están llenos de finales.
¿ESPERAR?
¿ESPERAR PARA QUÉ?
¿ESPERAR PARA QUIÉN?
¿ESPERAR HASTA CUANDO?
Aún así el ahora es siempre más tarde de lo que puedas llegar a creer, sin embargo es la única verdad que posees y que lo demás está de más.
Soy así, de caminar por la vida al borde del abismo y de huir, absolutamente de todo(s).
Siempre he sido un poco kamikaze, yendo en contra dirección, en contra del mundo.
Soy de impulsos, de pasiones y de latidos a toda marcha, a punto de escopeta.
De hablar y luego pensar.
De actuar y luego... bueno oye


que lo hacemos y ya vemos.

domingo, 26 de julio de 2015

Cuando el saber, también ocupa lugar.

Me contaron que en la vida hay que ser más prudente
que valiente,
pero yo prefiero perder la vida en el último suspiro,
a ser cobarde.
Me contaron que existía un ser todopoderoso
y que si no creías en él, debías creer en algo,
pero yo preferí llamarle Karma y creer en mi misma.

Me hablaron de amor, amor a la patria,
a los colores que ondean su bandera,
a su cultura y a los límites que la flanquean,
y que si no conoces ese amor
no conocerás cualquier otro,
pero yo,
yo aprendí hace tiempo a no aceptar consejos sin esencia,
aprendí
a no conocer fronteras, a no conocer banderas,
a no autodeterminarme nacionalista,
a no llamarme catalana, ni española,
por que no lo soy,
no soy nada de eso,
prefiero llamarme ciudadana del mundo, en tierra de nadie.
Me contaron que si recuerdas los sueños al despertar cada mañana,
se cumplen.
Pero sin embargo
prefiero soñar despierta y no dejar que se cumplan,
si no que sucedan.
Me contaron que la distancia son los kilómetros que separan dos lugares,
pero yo preferí asociarla a cuando dos personas
se miran
y ya no ven.
Me contaron que el hogar es ese lugar dónde creciste,
pero yo les dije
que mi hogar siempre será volver
a donde estés tú.
Me contaron que el amor de verano es eso sientes
cuando el tiempo libre te atrapa
y el calor
ahoga tanto las hormonas que confundes
calentón quinceañero,
con sentimiento.
Pero que si a mediados de Septiembre
os seguís besando en cada rincón, con suerte
y con empeño, conseguirá florecer por lo menos hasta invierno.

Me contaron que la madurez es eso que se cumple
con la cantidad de velas que soples, pero os aseguro
que he conocido a gente dónde su madurez no llegaba
ni a un cuarto de los años que cargaba.



Me contaron que la felicidad es eso que sientes
cuando crees haber alcanzado una meta deseada.
Pero sin embargo, solo entiendo de Felicidad,
si es compartida en tu colchón.
Me contaron que el invierno es para pasar frío
y el verano, para sudar.
Pero no me contaron que también podía
derretirme en pleno enero.
Me contaron que el amor duele,
y que si sabes que acabará en mal puerto,
es mejor no zarpar.
Pero ami me dolió más el no subirme al barco
y dejar que el billete,
se hundiese bajo el mar.
Me contaron que me chillarían, me mentirían,
me pisarían y me robarían

y yo sin embargo aún estoy esperando a que
me robes el mes de Abril.



martes, 21 de julio de 2015

Punto y a parte.

Me robaron el invierno
Devolviéndomelo frío en verano.
Me regalaron la ganas de sentir
Arrebatándomelas meses más tarde.

Me prometieron la Luna
con algún que otro suspiro en la nuca.
Pero ya no creo en promesas con ticket de (d)evolución.

Me dijeron; para siempre,
acabando en un ; hasta nunca.



Y como la vida siguió,
como siguen las cosas que no
tienen mucho sentido...

He oído sin escuchar,
He mirado sin ver,
He caminado sin destino,
He viajado sin tiempo,
He cantado sin voz,
He bailado sin música,
He llorado sin pena,
He reído sin ganas,
Hasta que aprendí a besar por besar y a querer
por querer.
Que el amor encuentra a todo el mundo,
menos a mí,
pero decidle que si se pierde, no le espero,

que ya encontrará el camino de vuelta.

sábado, 4 de julio de 2015

Será eterno mientras dure.


Un día conocí  a Felicidad, extasiada, plena, energética. Admiración a primer contacto. Afortunada compañía. Junto a ella empecé creer en la magia. Me prometió la Luna, el amor eterno y algún que otro humo disfrazado de regalo. Fue bonito, jodidamente bonito, Sin embargo lo nuestro duró, lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks…  poco.  Nos sobraron precauciones y medidas preventivas. Se fue sin previo aviso, con la cama sin hacer,  sin ropa en la maleta y sin billete de vuelta. De repente me encontré sola ante el abismo, a medio caer, pero sin ceder.
No obstante, un día cualquiera…
 Apareció
Me presentaron a Tristeza. La había vislumbrado anteriormente, pero siempre se quedaba en el umbral, mirándome a lo lejos,  sin atreverse a entrar, siempre se lo agradecí, nunca me dio buena espina., Pero aquel día… aquel día  entro a bocajarro, a pleno pulmón, aprovechando que la llave no estaba echada y yo no estaba ni para girar el pomo de la puerta. Se instaló sin preguntar, en el lado de la cama que tú ya no ocupabas.
Convivimos a duras penas durante un tiempo, pero no muy prolongado. Con el paso de los meses dejó de pasar el día en casa, solo venía a pasar las noche... Se estiraba junto a mí, me miraba a los ojos, con una intensidad aplastante y sin decir una palabra se quedaba ahí a escasos metros de mí. Nunca me atreví a preguntarle donde pasaba todo el tiempo que no estaba conmigo, pero temí que se colara de extranjis en casa de otra persona.
Poco a poco aprendí a vivir conmigo misma.
Caí en la cuenta, que todo lo que viví junto a Felicidad eran meras patrañas, humo celestial, pero evaporable. Comprendí que Felicidad era inestable, insegura y sobretodo mentirosa.  Alegó estar bajo los efectos del amor, lástima que nuestro amor tuviese diferente significado. Pero yo acabé todas esas frases que no tuvo el valor de empezar.
A veces Felicidad me visita. Mismo nombre, diferentes cuerpos.
Sin embargo ya no creo en las verdades, solo creo en las mentiras.

Tu amor, amor, se quedó a medio camino cuando el mío llegó a la meta. Lástima.




miércoles, 1 de julio de 2015

Miedo, con M de Momento.

Miedo. Miedo a perder. Miedo a ganar. Miedo a enamorarse. Miedo a la soledad. Miedo al rechazo. Miedo a la tristeza. Miedo a la felicidad. Miedo al pasado. Miedo al presente. Miedo al futuro… Miedo al miedo

Desde la existencia del ser humano, obtenemos por suerte o por desgracia el factor Miedo.
Limitador y beneficioso por igual. Culpable de guerras, de catástrofes, de pérdidas y de algún que otro logro. El miedo se encarga de mantenernos alerta a cualquier peligro externo.
Nos permite sentirnos vivos, a salvo en nuestra propia isla emocional. Nos construye una muralla indestructible, donde nos cobija de todo aquel o aquello capaz de violar nuestro hábitat particular. Gracias a él nos sentimos protegidos, por una sensación extraña, sintiéndonos oprimidos, pero a salvo.
Lo poco que se de la vida te lo cuento entre el humo de un cigarro y el olor a café recién hecho. No necesito más. Alto. Claro. Simple. Me basta y me sobra para contarte que por muy segura que te sientas ante el miedo, no llegarás a ser feliz. Nunca.
Que hay más bonito que sentir? Sentir que amas, que te aman. Sentir odio, decepción angustia, pavor… Qué más da, lo importante es sentir. No cerrar los ojos ante lo que te viene, No darte la vuelta y volver hacia atrás. Si te caes, levántate, no esperes a que nadie, absolutamente nadie lo haga por ti. Suficientemente corta es la vida, como para tener que esperar a que los momentos lleguen a ti. El que espera, desespera.
 Aprende de tus errores, de todas esas falsas promesas en las que creíste. Y acepta su valor, porque sin ellas, hoy, quizá, seguirías engañada. Que todo lo que sube baja, pero lo que baja también sube.
No te niegues. No te construyas tanques a tu alrededor. Quieres besar? Hazlo . Quieres amar? Hazlo. Quieres llorar? Hazlo. Quieres reír? Hazlo. Pero arriésgate, lánzate de cabeza y sin salvavidas, con todas tus ganas, no dudes. Si dudas, tendrás miedo. Y con miedo, no se vive, te lo aseguro.
Haz lo que sientas, no lo pienses. Si arriesgas, ganarás, seguro.
Que como bien dice el Maestro;
 No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.



domingo, 10 de mayo de 2015

BUSQUÉ UN POEMA

"Busqué un poema que resumiera nuestra vida juntos.
Busqué un discurso de esos que dejabas escritos por los rincones.
Busqué también entre tus libros, dedicados a la libertad y a la lucha obrera.
Busqué el tocho de la Constitución que me leías de pequeña, y en los apuntes de esperanto con los que intestaste introducir un nuevo idioma en casa. 
Busqué en tus frases contundentes que hablaban de justicia social.
Busqué en las canciones de que nos ponías en el coche y en los caminos alternativos dónde siempre nos perdíamos cuando nos íbamos de vacaciones.
Busqué en todos los borradores que me pedías que te pasara a limpio sobre reivindicaciones vecinales.
Y busqué el nombre de todas aquellas mascotas que nos trajiste a casa.
Entendí finalmente que era ser un anarquista, estuviste dando pistas toda la vida.
Entendí que hay muchas maneras de ejercer de padre, o ejercer de marido, o de ejercer de hijo.
Entendí que tu sentido de familia no tenía unas fronteras delimitadas.
Entendí que estuviste en lucha toda la vida, de eso también nos diste pistas.
Y entendí que querías decir cuando hablabas de “compañeros de lucha”, aunque ya era mayor cuando vi al enemigo. Tu madre me lo aclaró después de que nos dejaras. Me dijo: “Él no podía ver a nadie con hambre”
Espero cada día que me piques a la puerta y me expliques la nueva batalla en la que
estás metido. Ya no te regañaré, ni te diré: “no te obsesiones”.
A tus dos últimas frases contundentes de despedida estás son las respuestas:
¡Nunca perderemos nuestra identidad!!!!
¡Y aquí estamos!!!!
Busqué un poema que resumiera nuestra vida juntos y tú eras uno de los versos.
A mi padre. "
De mi madre a mi abuelo. 

lunes, 16 de marzo de 2015

Como título, tu nombre.

Ella es la persona con la que estaba predestinada a cruzarme ese 12 de septiembre de 2013, en el edificio gris, ese a la vuelta de la esquina, en esa calle con nombre de poeta.
 Ese día, encontré la parte de mi cuerpo que andaba perdida desde hacía más de 16 años.
 Ella es de las que te repite cien mil veces historias ya contadas, pero te las cuenta como si nunca hubieses escuchado de ellas. La que daría lo que fuera por alegrarte el día, la tarde o la noche.
Con ella las palabras no son necesarias, basta una mirada para saber lo que piensa y es que sé más de ella que de mí misma.  Ella cura mis miedos con abrazos, seca mis lágrimas con sus manos y me acompaña en las alegrías hasta perdernos en el infinito.
Ella es mi primer mensaje de la mañana y el último de la noche. Que vale, que solo la conozco desde hace 15 meses, pero como si lo hiciera desde hace más de una década.
No me puedes hablar de silencios incómodos sin son con ella. No le hables de inviernos sin amor compartido por que te hablará de frío, no me hables de días sin saber de ella porque te diré perdidos. Tampoco le hables de ciudad sin mar, de su mar, porque te dirá infierno.
Con ella he compartido madrugadas incomparables y pitis, que si son a medias, saben mucho  mejor.
No me hables de locuras si no son con ella, como cuando nos dio por ir sin dormir a correr 10 km por toda la ciudad, cuando nos habíamos comido la noche anterior y nos quedaba en el cuerpo resquicios de agua mágica. Nos hemos bañado en el mar en pleno febrero y hemos sobrevivido a más de un vodka barato.
Ella es de las que pierde la cordura bailando cuando escucha "Taxi", de las que lo deja todo si le dices ven, de las que te dice “de nada” cuando todavía no has dicho “por favor”. De las que salta contigo para compartir el daño. De las que quieren sin porqués, de las que se pasa con el azúcar en el té y de las que te montan un plan de última hora, para no echar a perder el fin de semana.  De las que te explica de principio a fin las películas, pero en cambio no se acuerda del nombre de ninguna. De las que  podría escribir un libro con todos los sueños que me explica y de las que valora más una amistad a un amor a contratiempo.
 Os hablo de ella, pero ahora te hablo a ti.
Tienes el corazón demasiado grande para los corazones diminutos que te rodean y no te merecen.
Eres luz y todos están ciegos.
Que si el mundo te da la espalda, dale tu cara preciosa que se pondrá de tu parte.
Eres una razón para muchos y un ejemplo para todos, eres ese gesto lleno de valor.
Eres aquello que no sabía que buscaba, pero que tanto necesitaba.
Eres como una reina sin tonterías, eres como Peter Pan, eres un Rolling Stone, eres paz, eres león.
Nunca dejes de reír, ni de soñar de esa manera tan tuya.
Sigue perdiendo los papeles en la tercera copa y no te canses nunca de vivir.
Pero por favor,  te olvides nunca de tu Gorda, ni de nuestros secretos más oscuros, ni de las confesiones de una noche de borrachera
No te olvides de esa manera tan nuestra de cagarla, ni de esa sensación tan extraña de que hemos vivido una vida parecida.
No se nada de esta vida, solo sé que tu eres mi certeza y que sin ti mi vida serian precipicios.
Te escribiría toda la vida, como la que me das, pero no puedo escribir tanto en tan poco.
Hoy 17 de marzo, te haces  un poquito más mayor, pero no grande, porque de eso, como persona desbordas los límites existentes. Feliz cumple, ya van dos a tu lado, pero como mínimo nos esperan 70 más.
De tu amiga que te quiere muchísimo.


                                              .

lunes, 23 de febrero de 2015

Por qué?

¿Por qué tardas tanto en llegar? Llevo esperándote medio año y la cabeza empieza a dolerme de tanta espera. Echo de menos tu alegría, la alteración que provocas en mi sangre...Tú que haces que mis días se alarguen y que la noche tarde en venir, si de ti, he de vivir el día. Tú que inundas de color toda la vida, mi vida, con el color de la esperanza, con mi color, nuestro color. ¿Será esta mierda de tiempo que hace? No sé.Lo que sé es que este invierno me está secando por dentro y mientras te espero, noto que me consumo, poco a poco, lentamente. Me aburre la monotonía de los días, sus cielos grises, sus coches con destino programado...Me aburre la ciudad, mi ciudad, los mismos despertares, las mismas bienvenidas, las mismas despedidas… El Sol que lucha incesante por dejarse ver, por dejarse admirar intentando abundar cada mísero y recóndito rincón. Salgo a la calle, miro a mi derecha, a mi izquierda y la gente camina a paso acelerado, viviendo rápido para no pensar. Y me miran… pero no me ven. Me carcome esta lucha de miradas en las que yo, sin querer, pero queriendo, clavo en cada persona, como pequeñas agujas buscando que me entiendan, buscando una explicación de los por qués que se me escapan… Hace tiempo que los días se me arrugan y acumulo las cenizas donde antes había aire. Este mundo, mi mundo, me atrapa en un círculo vicioso del que no encuentro la salida. Dicen las malas lenguas que es imposible echar de menos algo que nunca has tenido, pero se equivocan, porque yo, lo hago constantemente y si no que se lo digan a mi herida, que acariciándola, hace que los días en el calendario desaparezcan sin ser recordados. Mientras, con el humo de mi cigarro a medio consumir, seguiré esperando una sonrisa de repente en un bar y algún que otro beso de esos que nadie recomienda… Empecé escribiendo a la estación de las flores, pero mi cabeza da vueltas persiguiéndote y este es otro por qué que se me escapa.




viernes, 20 de febrero de 2015

Quién sabe.

Es de noche. Demasiado tarde para ser Viernes.  Hoy, es una noche cualquiera, no empieza con planes improvisados,  ni con llamadas de última hora que te hacen resurgir de tu absurdo aburrimiento. Las vistas singuen igual desde la ventana del cuarto, el mismo parque, los mismos árboles, el mismo frío y hasta la misma Luna me mira con las mismas ganas de siempre. No sé cómo ni por qué, hoy me llama la atención ese hotel llamado Soledad, colocado delante de mi edificio, guardando miles de secretos, robando miles de corazones y quién sabe si quizá, rompiendo otros cuantos.  Me parece irónico su nombre cuando diviso en su puerta una mujer sentada en ese frío suelo, iluminada por la luz de la farola que hay delante de ella y la poca luz que se escapa del hotel escondido  a su espalda.
Me cala tanto su presencia que no puedo dejar de mirarla, sus ojos entrecerrados, cansados, me dicen que su corazón llora. Sus labios blancos, su cara pálida me dicen que  se está hundiendo lentamente. Su pelo negro le  hace la competencia a la noche que la envuelve. Las facciones de su cara son distinguidas, misteriosas…Cuantos besos sin nombre habrá dado, cuantas caricias con prisa habrá recibido...
Está sentada, con las piernas entrecruzadas como si de un lazo se tratara, sus manos están escondidas bajo una manta con más vida que la de las personas que la miran al pasar delante de ella.  Como cama tiene cuatro cartones mal colocados y un cojín tan sucio como sus manos. Viste un jersey azul mar con pinta de haber guardado el frio de otros cuerpos.  La miro, la miro y no dejo de pensar en la vida, en su vida. ¿  Cuantas veces le habrán robado el mes de Abril, cuantas veces le habrá jurado a la Luna que no volvería a perder la cabeza por un hombre?  ¿Cuántas veces le habrán descolocado el presente, pensando en un futuro incierto? Que fué de su vida, de sus sueños, sus ilusiones... ahora perdidos en un pasado irrecuperable. De repente empieza a llover, las gotas golpean con rabia los cristales de mi habitación, como si el cielo, nuestro cielo, hiciese eco a la tristeza que transmite, con rabia, descontrolada. No puedo remediarlo y empiezo a llorar al compás de la lluvia, pienso en ella, en su soledad. Como és el destino, que sin buscarlo ni quererlo coloca su vida en la esquina del hotel con el mismo nombre que su sentimiento.
Me gustaría tener el valor para bajar hasta ella, sentarme a su lado y hacerle la compañía que le falta, resguardarle de este frío que te cala los huesos, de este in(f)vierno que no tiene ganas de marcharse… Decirle que no se preocupe, que todo saldrá bien, pero no la tengo, no la encuentro y me quedo aquí, sentada en el regazo de mi cama y dejo de verla, dejo de sentirla cuando de repente cierra los ojos, soñando quien sabe, si una vida mejor.