Ella es la persona con la que estaba
predestinada a cruzarme ese 12 de septiembre de 2013, en el edificio gris, ese
a la vuelta de la esquina, en esa calle con nombre de poeta.
Ese día,
encontré la parte de mi cuerpo que andaba perdida desde hacía más de 16 años.
Ella es
de las que te repite cien mil veces historias ya contadas, pero te las cuenta
como si nunca hubieses escuchado de ellas. La que daría lo que fuera por
alegrarte el día, la tarde o la noche.
Con ella las
palabras no son necesarias, basta una mirada para saber lo que piensa y es que
sé más de ella que de mí misma. Ella cura mis miedos con abrazos, seca
mis lágrimas con sus manos y me acompaña en las alegrías hasta perdernos en el
infinito.
Ella es mi
primer mensaje de la mañana y el último de la noche. Que vale, que solo la
conozco desde hace 15 meses, pero como si lo hiciera desde hace más de una
década.
No me puedes
hablar de silencios incómodos sin son con ella. No le hables de inviernos sin
amor compartido por que te hablará de frío, no me hables de días sin saber de
ella porque te diré perdidos. Tampoco le hables de ciudad sin mar, de su mar,
porque te dirá infierno.
Con ella he
compartido madrugadas incomparables y pitis, que si son a medias, saben
mucho mejor.
No me hables
de locuras si no son con ella, como cuando nos dio por ir sin dormir a correr
10 km por toda la ciudad, cuando nos habíamos comido la noche anterior y nos
quedaba en el cuerpo resquicios de agua mágica. Nos hemos bañado en el mar en
pleno febrero y hemos sobrevivido a más de un vodka barato.
Ella es de las
que pierde la cordura bailando cuando escucha "Taxi", de las que lo
deja todo si le dices ven, de las que te dice “de nada” cuando todavía no has
dicho “por favor”. De las que salta contigo para compartir el daño. De las que
quieren sin porqués, de las que se pasa con el azúcar en el té y de las que te
montan un plan de última hora, para no echar a perder el fin de semana.
De las que te explica de principio a fin las películas, pero en cambio no
se acuerda del nombre de ninguna. De las que podría escribir un libro con
todos los sueños que me explica y de las que valora más una amistad a un amor a
contratiempo.
Os hablo
de ella, pero ahora te hablo a ti.
Tienes el
corazón demasiado grande para los corazones diminutos que te rodean y no te
merecen.
Eres luz y
todos están ciegos.
Que si el
mundo te da la espalda, dale tu cara preciosa que se pondrá de tu parte.
Eres una razón para muchos y un ejemplo para todos,
eres ese gesto lleno de valor.
Eres aquello
que no sabía que buscaba, pero que tanto necesitaba.
Eres como una
reina sin tonterías, eres como Peter Pan, eres un Rolling Stone, eres paz, eres
león.
Nunca dejes de
reír, ni de soñar de esa manera tan tuya.
Sigue
perdiendo los papeles en la tercera copa y no te canses nunca de vivir.
Pero por
favor, te olvides nunca de tu Gorda,
ni de nuestros secretos más oscuros, ni de las confesiones de una noche de
borrachera
No te olvides de esa manera tan nuestra de cagarla, ni de esa sensación tan extraña de que hemos
vivido una vida parecida.
No se nada de
esta vida, solo sé que tu eres mi certeza y que sin ti mi vida serian
precipicios.
Te escribiría
toda la vida, como la que me das, pero no puedo escribir tanto en tan poco.
Hoy 17 de marzo, te haces un poquito más mayor, pero no
grande, porque de eso, como persona desbordas los límites existentes. Feliz
cumple, ya van dos a tu lado, pero como mínimo nos esperan 70 más.
De tu amiga que te quiere muchísimo.
qué bonitas esas amistades que nos hacen mejores :)
ResponderEliminarsin duda alguna, són las que t ayudan a respirar cuando el aire te falta! :)
Eliminar